miércoles, 11 de noviembre de 2009

Creación de un relato.

EL ESCARABAJO CABIZBAJO.
Bajo las colosales secuoyas centenarias y los altos álamos viejos de un bosque infinito vivía una comunidad de animalitos que luchaban de manera incesante por sobrevivir en aquel lugar inhóspito tan lleno de dificultades.
Salti era un saltamontes iracundo y gruñón, que ostentaba el poder absoluto en la aldea. Con tan sólo uno de sus saltos podía desplazarse con facilidad de un lado a otro y controlar lo que todo el mundo hacía.
Aurora, era la hormiga más trabajadora. Cargaba sobre su incansable espalda la carga más pesada y grande que luego transportaba a la aldea para el avituallamiento invernal. Cati, era la oruga presumida, pero responsable y tenaz en su ardua tarea. Ambas obedecían siempre las órdenes del saltamontes capataz en pros del bienestar de la comunidad.
Otro de los habitantes de la aldea era Cabizbajo el escarabajo, que como era tan robusto, lento y pesado y rompía con su cuerpo todo lo que se encontraba por su camino. Es por ello por lo que lo pusieron como chico de los recados. Pero tampoco realizaba con éxito esta tarea, pues todo se le olvidaba. Todos trabajaban buscando comida por doquier para almacenarlas y pasar así el frío invierno, mientras que éste se la comía en todo momento.
Un día en una de las asambleas ordinarias de la comunidad decidieron echar a Cabizbajo, pues hacía más daño que provecho. Dos corpulentas hormigas negras acompañaron al escarabajo hasta la salida. Éste, afligido y con lágrimas en los ojos, tuvo que abandonar la aldea y emprender el viaje a ninguna parte, pues carecía de rumbo alguno.
Cabizbajo sobre la parda tierra yerma caminaba sin cesar cuando de pronto vió como el bosque estaba siendo arrasado por las llamas de un fuego todavía incipiente. El viento lo auspiciaba y dirigía hacia la que fuera su aldea. Era de noche y no veía el camino, que difícilmente ya recordaba. Entonces de entre la maleza afloraron siete bellas luciérnagas con sus luces relucientes y su intenso brillo. Éstas alumbraron el camino que Cabizbajo iba abriendo a su paso.
El escarabajo pudo llevar a sus amigos a tiempo el más valioso de los mensajes: la inminente llegada del fuego. Así pudieron ponerse a salvo ellos y todo cuanto tenían para mitigar el frío del invierno.
Hicieron una gran fiesta en la casa de la oruga (la caterpillar'sparty).Todos celebraron la gesta del escarabajo y lo readmitieron de nuevo como mensajero de la aldea.
Cabizbajo cuando se encontraba perdido y quería encontrar el norte, miraba siempre al cielo buscando el brillo de las siete estrellas.
FIN
Manuel Jesús Villena Godoy.

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